La Diarrea en la Infancia:
La diarrea, definida como la evacuación de heces sueltas o líquidas con una frecuencia mayor a lo habitual, sigue siendo una de las principales preocupaciones de salud infantil, aunque los avances en su manejo han reducido significativamente las tasas de mortalidad. En Chile, por ejemplo, el adecuado manejo de la deshidratación asociada a cuadros diarreicos ha sido un factor determinante en alcanzar la menor mortalidad infantil de América Latina.
¿Qué es la Diarrea?
La diarrea puede clasificarse como aguda (menos de dos semanas) o crónica (más de dos semanas) dependiendo de su duración. Sus causas son diversas, desde infecciones virales, bacterianas o parasitarias hasta reacciones a medicamentos (como antibióticos), trastornos de malabsorción o enfermedades inflamatorias del intestino. En niños, especialmente durante el invierno, los virus –como el rotavirus y el norovirus– son los responsables más comunes de diarrea aguda.
Los síntomas suelen incluir fiebre, vómitos y un malestar general que, en combinación con las heces líquidas, puede llevar rápidamente a la deshidratación.
Signos de Alarma
Es fundamental identificar cuándo un niño requiere atención médica urgente. Los signos de alarma incluyen:
- Sangre en las heces
- Vómito persistente
- Fiebre alta (>39°C)
- Boca seca, falta de lágrimas al llorar
- Reducción en la cantidad de orina
- Ojos hundidos o pérdida de peso significativa
- Letargo o irritabilidad extrema
Un niño con cualquiera de estos síntomas debe ser evaluado por un pediatra sin demora.
Tratamiento Basado en Evidencia
El manejo de la diarrea debe enfocarse en prevenir y tratar la deshidratación, con base en el principio del «ABC de la diarrea»:
- Alimentación continua: La lactancia materna debe mantenerse y no es necesario restringir alimentos. Si hay intolerancia temporal a la leche de vaca o fórmula, un pediatra debe ajustar la dieta.
- Bebidas abundantes: Los sueros de rehidratación oral (SRO) diseñados para reemplazar agua y electrolitos son la mejor opción para diarreas leves a moderadas.
- Consulta médica oportuna: Especialmente si los síntomas persisten o empeoran.
En casos graves, donde los signos de deshidratación son evidentes, la rehidratación intravenosa puede ser necesaria.
¿Qué Evitar?
- Antidiarreicos: Estos medicamentos no suelen ser útiles y pueden ser peligrosos, especialmente en niños.
- Preparar suero casero sin indicaciones precisas: Un error en la preparación puede agravar la deshidratación.
- Restringir alimentos innecesariamente: Si el niño quiere comer, debe permitírsele hacerlo, priorizando alimentos ligeros.
Rol de los Probióticos
Estudios recientes han demostrado que ciertos probióticos, como Lactobacillus rhamnosus GG y Saccharomyces boulardii, son efectivos para reducir la duración de la diarrea aguda infecciosa, la asociada al uso de antibióticos y en casos de Clostridium difficile. Sin embargo, su uso debe ser evaluado según la condición específica y evitarse en niños inmunocomprometidos.
Prevención: La Mejor Estrategia
La diarrea es prevenible en gran medida con medidas sencillas:
- Lavado de manos frecuente.
- Uso de agua potable o tratada.
- Manipulación segura de alimentos.
- Vacunación contra el rotavirus, que ha demostrado reducir significativamente los casos graves de diarrea viral en niños pequeños.
Reflexión Final
La diarrea puede ser común, pero con el enfoque adecuado, las complicaciones son evitables. En todo caso, recuerda que consultar a un médico siempre es la mejor opción.
Dr. Francisco González A.