Es un tema angustioso cuando nuestros hijos presentan fiebre. ¿Como reconocerla?, ¿cómo tratarla cuando nos amenaza?
Manejo de la Fiebre en él niño
La fiebre, es un mecanismo de defensa e informa que algún agente extraño está causando estragos. Permite que el corazón palpite unos 10 latidos más por cada grado Celsius, con el objeto de hacer circular la sangre con mayor rapidez y dirigir elementos figurados con mayor premura al sitio de la infección. Es por ello por lo que lo importante es descubrir la causa de ella.
Se considera fiebre a temperatura rectal sobre los 38°C (manteniendo el termómetro durante 1 minuto en el recto) y axilar mayor de 37°C (manteniendo el termómetro en la axila por 3 minutos).
En algunos niños el alza brusca y elevada de la temperatura puede provocar convulsiones. Por ello, en estos casos, no es tolerable la fiebre de ninguna magnitud, lo que siempre podrá ser un factor de que se reproduzca una crisis convulsiva.
En pequeños bajo los tres meses de vida, la temperatura es un signo de importancia, casi siempre hay algo grave detrás de la fiebre, hasta no demostrar lo contrario. Aún más, si la fiebre se acompaña de decaimiento o rechazo de la alimentación. Entretanto consulta, desabrigue al niño.
En niños mayores si se ve bien, animoso, apetente y activo, puede administrar el antipirético (medicamento para bajar la fiebre) indicado en otras oportunidades, y observar la evolución por unas 24 horas, manejando la fiebre, si esta, persiste o se asocia otro síntoma, consulte.
Si hubiera otros síntomas más serios, como delirio, compromiso de conciencia, movimientos anormales (convulsiones), debe bajarse la fiebre lo más rápido posible, enfriando al niño mediante un baño en agua tibia o envolviéndolo en paños fríos, mientras es visto urgencia.
Dr. Francisco Gonzalez A.