Las infecciones urinarias (ITU) son un tema común en la salud infantil, pero muchas veces son mal comprendidas. A menudo, los padres tienden a pensar que se trata de algo menor o algo que no requiere mucha atención. Sin embargo, las ITUs pueden tener implicaciones serias, especialmente si no se diagnostican y tratan adecuadamente. En los niños, una ITU puede ser la señal de que algo más está ocurriendo en las vías urinarias, y es importante que como padres comprendan la importancia del diagnóstico temprano y el manejo adecuado.
¿Por qué las ITUs en niños no son lo mismo que en adultos?
En los adultos, las infecciones urinarias a menudo se asocian con factores como la actividad sexual o la presencia de ciertos hábitos higiénicos. Sin embargo, en los niños, las ITUs pueden ser el primer signo de problemas más graves. Es fundamental entender que no siempre se trata de una simple infección, sino de una señal de que las vías urinarias de tu hijo pueden tener una malformación o anormalidad estructural.
Es un mito muy común que las ITUs en los niños sean solo un problema de higiene o un hecho aislado. Aunque es cierto que la anatomía de las niñas (con una uretra más corta) puede hacerlas más propensas a las ITUs, no significa que los niños varones estén exentos de estas infecciones. De hecho, en los varones, una ITU recurrente puede ser signo de afecciones más complejas, como problemas en la próstata o malformaciones del tracto urinario.
La importancia de descubrir malformaciones subyacentes
Cuando se presenta una ITU en un niño, especialmente si es su primer episodio, no debemos asumir que se trata solo de una infección «normal». En muchos casos, un episodio de ITU en niños pequeños puede indicar malformaciones o disfunciones en el tracto urinario, las cuales, si no se abordan, pueden causar problemas de salud a largo plazo, como hipertensión o daño renal crónico. Esto es aún más importante en los niños menores de 5 años, quienes son más susceptibles a estas condiciones.
Es fundamental que un niño que ha tenido una ITU reciba un seguimiento adecuado para descartar cualquier malformación de las vías urinarias. Las malformaciones congénitas pueden variar desde simples obstrucciones hasta problemas más complejos que afectan la función renal. En estos casos, un diagnóstico temprano es clave para prevenir complicaciones futuras.
El mito de que las infecciones urinarias son solo un problema de higiene
Muchos padres se preocupan por la higiene genital de sus hijos y piensan que ciertas prácticas estrictas son necesarias para prevenir las ITUs. Un mito común es la idea de que las niñas deben limpiarse “de adelante hacia atrás” para evitar infecciones. Aunque esta recomendación se ha transmitido durante años, los estudios recientes muestran que no es una regla estricta que deba seguirse rigurosamente, y de hecho, lo más importante es evitar productos irritantes y mantener una higiene sencilla y suave.
De igual forma, la higiene excesiva o el uso de productos perfumados en la zona genital no previenen las infecciones urinarias, y en muchos casos, pueden incluso causar irritaciones que empeoren la situación. Lo que sí es esencial es que la zona genital se mantenga limpia y seca, y que los pañales se cambien regularmente para evitar que las bacterias tengan un ambiente húmedo en el que proliferar.
Es crucial no caer en la trampa de creer que una ITU en un niño es simplemente el resultado de una higiene inadecuada. Si bien la higiene es importante, las ITUs pueden ocurrir incluso en niños con hábitos higiénicos adecuados, especialmente si existen otras condiciones subyacentes.
¿Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene una ITU?
Cuando los padres detectan síntomas que pueden indicar una infección urinaria, como fiebre inexplicada, dolor o ardor al orinar, o cambios en el comportamiento de su hijo (como irritabilidad o rechazo de alimentos), es vital consultar a un médico lo antes posible. Las ITUs no tratadas a tiempo pueden llevar a complicaciones graves, como infecciones renales o daño permanente en los riñones.
En la consulta médica, el pediatra realizará una evaluación clínica y, dependiendo de la gravedad y los síntomas, puede recomendar exámenes de laboratorio, como un análisis de orina y un cultivo, para confirmar la presencia de la infección. En algunos casos, especialmente en los niños menores de 5 años o aquellos con ITUs recurrentes, se recomienda realizar estudios de imágenes, como una ecografía renal y vesical, para evaluar el tracto urinario en busca de posibles malformaciones.
Prevención: Cuida la salud urinaria de tu hijo desde el principio
Aunque no siempre es posible prevenir una ITU, existen medidas que los padres pueden tomar para reducir el riesgo en sus hijos. Mantener una buena hidratación, asegurar que tu hijo haga pipí con regularidad (especialmente si está en pañales o en periodo de entrenamiento para el baño), y evitar el estreñimiento son pasos clave para mantener el tracto urinario sano.
Además, el uso de productos irritantes como jabones perfumados o toallitas húmedas con fragancia debe evitarse, ya que pueden alterar el equilibrio natural de la zona genital. En su lugar, se recomienda limpiar con agua tibia y asegurarse de que la piel esté completamente seca después del baño.
Conclusión: Las ITUs en niños son serias, no las subestimes
Las infecciones urinarias en niños pueden ser más complejas de lo que parecen, y su diagnóstico debe tomarse en serio. Un primer episodio de ITU no debe ser considerado como algo trivial. Detrás de una ITU puede haber problemas de malformaciones en las vías urinarias que, si no se detectan y tratan a tiempo, pueden tener consecuencias a largo plazo para la salud de tu hijo. No subestimes los síntomas y consulta a un profesional ante cualquier sospecha. Recuerda, cuanto antes se diagnostique y se maneje adecuadamente, menores serán los riesgos de complicaciones graves.
Dr. Francisco González Araya