El cambio climático está transformando nuestras estaciones: los inviernos son cada vez más fríos, mientras que los veranos se vuelven más calurosos e intensos. Estos cambios traen consigo olas de calor más frecuentes, aumentando la necesidad de protegernos, y especialmente a los niños, de los peligros del daño solar.
En este contexto, surgen preguntas importantes sobre cómo cuidar la piel de los más pequeños, especialmente de los recién nacidos y niños pequeños. Desde la exposición al sol para tratar la ictericia hasta el uso de sombrillas y protectores solares, es fundamental entender qué prácticas son seguras y efectivas.
¿Es seguro exponer a los recién nacidos al sol?
Es común escuchar a algunos padres hablar de exponer a sus bebés al sol para tratar la hiperbilirrubinemia, una condición frecuente en recién nacidos donde la piel y las mucosas toman un tono amarillento (ictericia). Aunque esta práctica es conocida, la exposición directa al sol en bebés menores de 6 meses no es recomendable.
Para tratar la ictericia:
- Se puede exponer al bebé a la luz natural del día, pero siempre evitando el sol directo. Esto ayuda sin causar daño.
- Los protectores solares no están indicados para menores de 6 meses debido a la sensibilidad de su piel, que puede reaccionar adversamente a los químicos en estos productos.
En su lugar, lo ideal es:
- Usar sombrillas o toldos, aunque hay que considerar que no brindan una protección total.
- Vestir a los bebés con ropa ligera pero protectora, como mangas largas, pantalones largos, sombreros de ala ancha y gafas de sol diseñadas para su edad.
- Asegurarse de que las prendas sean frescas para evitar que pasen calor.
¿Las sombrillas protegen realmente en la playa?
Cuando pensamos en proteger a los niños del sol en la playa, las sombrillas son una opción popular. Sin embargo, es importante saber que el sol quema desde todas las direcciones. Los rayos solares pueden reflejarse en la arena, el agua y otras superficies, causando quemaduras incluso bajo la sombra. Por eso, las sombrillas deben complementarse con ropa protectora y otras medidas de cuidado.
Niños mayores de 6 meses: ¿Cómo proteger su piel?
Para los niños mayores de 6 meses, se pueden incorporar protectores solares como parte de su rutina de protección solar. Los más adecuados son:
- Fotoprotectores con filtros físicos o pantallas solares, ya que son menos irritantes para la piel sensible de los niños pequeños.
- Productos de líneas de «toque seco», que se absorben rápidamente y son prácticos para esta etapa.
- Para adolescentes, es ideal optar por protectores solares sin aceite para evitar la exacerbación del acné, especialmente en el rostro.
Cómo aplicar el protector solar de manera efectiva:
- Aplíquelo al menos 30 minutos antes de la exposición al sol para que tenga tiempo de activarse.
- Renueve el protector cada 3 a 4 horas, especialmente si los niños sudan o se bañan en el agua.
- Verifique siempre la fecha de caducidad del producto para asegurarse de que sea efectivo.
Consejos clave para todas las edades:
- Evite la exposición al sol durante las horas de mayor radiación UV, que suelen ser entre las 11:00 a. m. y las 5:00 p. m.
- Use ropa protectora ligera y cómoda que cubra brazos y piernas.
- Asegúrese de que los niños estén siempre bien hidratados.
- Prefiera fotoprotectores de laboratorios dermatológicos para garantizar calidad y seguridad.
La importancia de planificar y consultar con un especialista
Antes de salir de vacaciones o pasar un día al aire libre, es ideal consultar con un especialista para resolver dudas y recibir recomendaciones personalizadas. Esto es especialmente relevante si los niños tienen piel sensible o condiciones preexistentes.
Proteger a los más pequeños del daño solar no solo previene quemaduras y molestias inmediatas, sino que también ayuda a cuidar su piel a largo plazo. Recordemos que una piel protegida hoy será una piel saludable mañana.